La información es de los activos más valiosos para todas las empresas, ya sean grandes o chicas, y es de suma importancia maximizar su valor, para que puedan mejorar sus operaciones comerciales y sea más sencillo adaptarse a los avances tecnológicos.
Gracias a esto, las empresas pueden tomar mejores decisiones, debido a una correcta gestión de la información, la cual mejora la calidad y los flujos de trabajo, así como la operatividad y eficiencia.
Para esto, es importante conocer la definición de este concepto: la gestión de la información (GI) se trata de la recopilación, la seguridad, confidencialidad, el almacenamiento, el mantenimiento y el uso de cualquier tipo de información, sin importar su formato o tipo, que suelen proporcionar los sistemas de software de gestión.
La importancia de esta gestión radica en que logra conectar procesos, documentos y aplicaciones de forma segura, eficiente, confiable y colaborativa, centralizando el contenido empresarial que más importa en una sola ubicación segura para entregar información a los colaboradores cuando la requieran, sin importar donde estén.
Es posible otorgar accesos, para que la información solo puedan verla quienes tienen los permisos necesarios, manteniendo la confidencialidad de la información, y una gestión adecuada para que no se modifiquen los documentos más importantes.
Con estos procesos se puede tener control del ciclo de vida de la información, que va desde que se obtiene (ya sea por captura inteligente o creada digitalmente), hasta su disposición final (archivarlo o eliminarlo).
Logra reducir el tiempo que se pierde buscando información y documentos; además, gracias a esto, se pueden disminuir los costos operativos.
Este componente es esencial para las empresas, porque es una forma de garantizar que todos los colaboradores puedan manejar información de la más alta calidad para tomar decisiones acertadas y logren cumplir con su labor de manera proactiva y eficaz.
La forma de gestionar el ciclo de vida de la información es la siguiente:
Almacenamiento: apoya el cumplimiento de normas al almacenar, proteger y eliminar información de forma segura según con las normativas aplicables, minimizando los riesgos principales.
Este proceso juega un papel de suma importancia en esta era digital, ya que proporciona la habilidad de identificar propuestas de mejora y así lograr optimizar los procesos de las empresas.
Al analizar los datos con los que se cuenta, es posible encontrar tendencias, patrones y áreas de mejora, permitiendo a las empresas el optimizar sus procesos, además de mejorar su eficiencia y volverse más competitivos dentro del mercado.
Logra despertar el potencial de tu empresa, puesto que, al reducir la carga de trabajo manual y labores que son repetitivas, se mejora la precisión y la velocidad de los procesos, al usar herramientas y sistemas de automatización, que recopilan, almacenan, analizan y distribuyen la información.
Gracias a este proceso se logra proteger toda la información sensible, tanto de los colaboradores como de la empresa, ante amenazas de seguridad como robo de datos, malware, etc.
Asimismo, se puede cumplir con las distintas regulaciones y normativas, sobre todo en cuanto a la privacidad de los datos y la protección de la información confidencial se refiere.
Uno de sus papeles fundamentales es apoyar a los colaboradores con funciones o papeles organizacionales a que tomen mejores decisiones de forma más rápida e informada, otorgándoles la información que necesitan en el momento y sitio correctos, con la seguridad de que es la indicada.
Al tener un mejor control de la información, con seguridad y eficiencia, se genera confianza y credibilidad con los clientes, ganando su fidelidad, puesto que optimizas tu nivel de servicio.