Las empresas manejan grandes cantidades de información física que se va acumulando a lo largo del tiempo, lo cual puede acarrear serios problemas en los flujos de trabajo y la colaboración entre tus equipos.
Por ejemplo, encontrar algún dato de facturación o información sobre tus colaboradores puede volverse complicado, haciendo que se pierda tiempo valioso que bien podría usarse en tareas de alto valor; por otro lado, es más sencillo que información vital o valiosa se pierda, afectando a tu imagen empresarial y a la fidelidad de tus clientes.